Ya ves, cómo me he encontrado en este período. Falto de energía y no mucho entusiasmo. La Primavera, astenia pura. Al contemplarte en doradas arenas: Durante unos largos paseos a la orilla de nuestro mar Mediterráneo voy caminando con la brisa fresca de las mañanas y algo más cálida por las tardes. Vivo el hálito del céfiro de nuestro mar. Me expansiono toda mi capacidad torácica: ampliamente abiertos mis alvéolos pulmonares a la brisa y vital aura. Cercano a la desembocadura del Río Verde, junto a la residencial Salduba, residencia de los romanos, pues vestigios encontramos, muchos días me siento y explayo todo mi ser entre la dorada arena de cálida textura y siento el sueño de lo perfecto, de lo que no se ha acabado: la profundidad de nuestro mar, su tranquilidad, aunque la superficie golpee una y otra vez nuestras orillas y sus aguas lamen mis pies, llenándolos de salitre y sus componentes saludables. Son sueños que se hacen realidad, junto a nuestro mar.
Es decir, que todo lo que expresas, bien se puede dar en sensible y delicado y pletórico soma, como el que muestras en las escenas fotográficas.
Yo llevo seis años persiguiendo el ensueño de las arenas cálidas y transparentes: formas de cuerpos iluminados y quisiéramos que se hiciesen presencia. ¡Cuántos recuerdos!¡Cuántos momentos!¡Cuánta bella imagen! ¡Cuánto cuerpo resplandeciente! ¡Las olas me traen siempre caricias! ¡Me traen dulces y estremecedores masajes! Sueño en lo que veo, contemplo. admiro: Tenemos noche de luna plena, sobre tu cuerpo Enarenado rihela con esplendor su halo Con irisaciones centelleantes y con gran suntuosidad; Vislumbrante desde la aterciopelada ladera De nuestro boscaje cimbreante y odorífico.
¡Amado, es dando sin recibir, Es consagrando tu vida al amor! ¡Amado, sin esperar…! ¡Amando, idolatrando, creyendo! ¡Corazón interior necesita verter su pulso Dentro de su fresca ladera pasando paisajes Blancos, rosa, llenos de risueños entrecejos, Juntando en la noche cercana su frescor y su aura. Dejando en la noche de luna su amor y su ternura. Dejando en el momento la verdad de su amor; Dejando la libertad en su encuentro: Libertad de su amor en la espesura de su jardín. Marbella, a 24 de Abril del 2.011 Evaristo B. Lozano
El amor es siempre Puerta de la confianza. El amor es sacrificio del corazón, Pues,¿no es cosa dura amar al enemigo? La victoria del amor está En rendir el ánimo y la voluntad: ¡Oh crudo, oh ciego amor!
Amar con moderación: Regalo el oído, Cría voluntad.
El amor natural ni es loable, Ni digno de vituperio; Tiene por fin la necesidad Y el propio derecho.
Sabio ha de ser el amor, viendo la fama Del sujeto que estima hermoso y grave. Sólo ha de ser amor, sólo una dama Ha de estimar en su prisión suave. Solícito ha de ser, no procurando Ocasiones al gusto solamente. Secreto en fín, pues ha de callar Cuando algún favor o alguna acción intente. Y así será el amor, siendo perfecto: Sabio, solo, solícito y secreto.
Porque amor es un deseo de belleza, Cual fuese la belleza que se amare, Tal será el amor que se ama.
El amor se ministra en la ejecución de la razón, De la ocasión se sirve en todos sus hechos…
El amante, olvidado de sí mismo, Sin más objetos que su ídolo; Sin más dicha que el placer, Se arrastra con abatimientos Y languidez a merced de los caprichos De la belleza que adora.
El amor es el imán de tus ojos, Pero amor con condición No es amor, porque amor Con dependencia es amor De contingencia.
El realce del amor humano Es la prudencia de su uso, Porque suele resfriarse, Por menos, y, perderse, por más. Debe ser como nuestro aliento, Que siempre acompañe a la vida…;
Padecer para saber amar Es comenzar a saber El arte del querer.
El amor es un pozo de agua cristalina, Pero las gentes se dan tal maña Que todo lo revuelve ( agita) Y saca el cieno de madre.
Todo aquel ser humano Que no ha amado apasionadamente Ignora la mitad Más hermosa de la vida, Pues cuando se ama, El corazón es quien juzga.
Estando en el principio de todo: La razón de todo, El fin de todo, Un deseo hay: de transformación y de progreso.
Pues el amor aborrece todo Lo que no es amor. El amor, suprema felicidad Acá en la tierra, necesita Para ser fuerte y duradero Prestarle sus lágrimas el dolor; Hijo de la melancolía Más que del gozo, Y nunca es más pura y ardiente Su llama que cuando se enciende En unos ojos anegados por el llanto.
Cuando el amor no es una llama Que caliente, sino un fuego Que devora, lo consume todo, Hasta la misma conciencia.
El aire le da el soplo: Se levanta, se reúne, se abaja, Pero el fuerte soplo que lo guía, Lo agita tan sólo para animarlo, Pero nunca para apagarlo; El amor es el soplo Y nuestras almas son ese rescoldo, Ese borrajo, ese calivo, esas brasas.
El amor es la más fuerte De todas las pasiones Porque ataca al mismo tiempo A la cabeza, al corazón y al soma.
Amor es encontrar en la felicidad Del otro, la propia felicidad. El amor fundiendo y mezclando Dos seres en una unidad angelical Y sagrada, se encuentra el secreto de la sua vita: No son más que los dos términos De un mismo destino; No son más que las dos Alas del mismo espíritu. ¡¡¡ Amad, entregaos, sacrificaos, Corregiros, animaos, sosteneos, SED LA HISTORIA DE TODA VUESTRA VIDA. Marbella, 21 de febrero del 2.010 Evaristo B. Lozano