jueves, 12 de julio de 2012

POST ICTUS (sensaciones, amores y vibraciones)






La tierra se viste  y orquesta
De gran fiesta. No puede ser menos:
Billones de semillas comienzan a brotar.
Nuestra  madre tierra despierta
Del frío y lluvioso invierno.
Ahora, a media noche sigue la lluvia
Rica y fértil lluvia.
Prolifera la flor del naranjo,
Su azahar ya está entre nosotros,
Nuestras calles están perfumándose
Y los sépalos alfombrándolas.
Estamos a comienzo de marzo.
La Naturaleza es madre generosa
Cuando pone en acción viva
Cumplir con todos los fines:
Dar continuidad de vida
A todos los orígenes de simiente.
Es una plena adaptación a su medio.
Las plantas son nuestro ejemplo
De supervivencia, de amor a la vida,
Que por natura tiene que vivir.
Surge todo un juego de luces, brillos,
Belleza incomparable en cuanto
La Naturaleza se propone dar vida.
Es mucho de artificios y vivencias,
Gozos por la eclosión de la misma vida,
De las flores y de los frutos en ciernes.
¡Cómo cambia la Naturaleza:
Es el gran gozo de su expansión ¡
Aprovechemos la ocasión para cambiar
Nosotros también y fluya la vida (el néctar).
Damos con la mejor manera
De dar con una visión nueva
Como en nueva primavera
Viviremos y saldremos con mayor fuerza.
Busquemos lo adecuado, lo correcto,
En esa recuperación de amor, de dar y ser.
Todo nos enseña la madre Natura
Que, como madre, da gracias de tantos
Frutos que engendra en esta eclosión
De vida, que es amor, es madre,
De ahí que se convierta de deidad
De la espléndida fecundidad.
Vibremos  al unísono con esta Madre
Naturaleza que nos aporta tantas maravillas.
Cada instante de nuestra  vida,
Nuestros sentidos todos
Y nuestra mente vibra
Al mismo compás:
Qué gozo ver, contemplar
Las flores de  nuestros naranjos
Desplegando los pétalos
De su flor de azahar.
Es un estampido de gozo de lo nacido
A nuestro alrededor surgiendo están
Estampidos de luminarias
Que embargan todo nuestro espíritu.
Abramos todos nuestros poros
Para gozar de estas pequeñas 
Y valiosos acontecimientos que nos envuelven.
Démonos cuenta de tantos detalles
Que deben dar plenitud y sentido
A nuestro a vivir en/con la Naturaleza.
Es para olvidar prisas y compromisos
Y asentir con olfato primario a la Madre
Naturaleza pletórica de prodigios y acciones
Que nos harán amantes de tal Madre.
Es tan grande la hermosura
De una gota de esta agua
Que nos está fertilizando
Que sublima cuanto observamos.
Abramos de par en par nuestros
Ventanales de los sentidos
Y nos andemos aquí y ahora,
·        sigue lloviendo en la noche del ocho
De marzo del dos mil diez-,
Que augures presagiaban
El fin de nuestro mundo, poco menos.
Captemos todo este zumbido
De lluvia cayendo sobre mis terrazas.
Y gocemos de este punto maravilloso
Que es el instante feliz que debemos
Gozar, en el ahora y en el aquí.
La felicidad está en el instante:
Disfrútalo, ámalo, vívelo.
No hay mayor gozo
Que saborearlo cuando está ocurriendo.
Es todo un mundo de sensaciones nuevas:
La flor del azahar, las pequeñas del romero,
Las multiformes y variopintas de tulipanes,
La música que traspasa las paredes
Y despierta lo sensible del azahar;
Cada momento es un catálogo
De vibrantes y seleccionadoras maravillas,
Que  están dispuestas y aparejadas a nuestra querencia.
Sintonicemos con todo ello
Porque es lo mejor
Que nos ha podido suceder.
Sintonicemos el momento: la Naturaleza,
Nuestra alma y nuestro cuerpo
Que nos mostrarán
Campo de estrellas
Y vergeles de luminosas flores.
¿Quién dijo que no podemos
Mejorar el reto de nuestra
Vida existencial y humana?
Con las posibilidades que todo
Ser humano tiene al devenir
A la vida que se nos da gratuitamente:
Reflexionemos, meditemos,
Potenciemos la retrospección
Para que cada eclosión celular
Vivan, los sentidos la sabiduría
Que nos envuelve.
Por arte de magia
Verdades a las que antes
No habíamos descifrado,
Van surgiendo a través
De lo más sencillo y tierno…
Concebimos que la felicidad
Está en nuestros aledaños,
¡Sólo falta darle la mano!
Espero que la beses,
Que la abraces, que la susurres.
Idem con nuestra sensualidad:
Enamorándonos, gozando
De nuestra cotidianidad.
Hay que  vivir la vida
Como un gran apasionado
De nuestra existencia diaria
Llenándola de amor, entusiasmo,
Empatía, entrega, caricias,
Atenciones, sensualidad, aprecio,
Calor humano y físico,
Y su propia e inherente sexualidad.
Hay mucho de sagrado en lo cotidiano,
Hay mucha calidez de las cercanías<,
Nos sorprenderíamos si alguno
Nos dijera la capacidad
Del hombre y la mujer para maravillarse.
La Naturaleza nos asombra,
El terremoto, el tsunami, con la floración
Con el fruto, con la madurez de los frutos…
Nos asombramos ante tanta destrucción
Que estamos presenciando en estos días,
Pero también nos enseña que la debemos respetar.
Cada instante vemos un nacimiento,
La luz de un nuevo día,
La puesta del sol mañanero,
El ocaso del astro rey
Con nubarrones negros y grises
En la noche de lluvia de este invierno,
Y, en todo ello, se expande el corazón
Para disfrutar apasionadamente
A pesar de las complejidades y contradicciones.
¡Qué bien entendían nuestros
Místicos que la belleza y la divinidad
Estaba en todos y en todas partes:
En lo cósmico y en lo terrenal,
Dentro de mí – microcosmo -,
Y fuera – el cosmos-.
Fue Francisco de Asis
El que mejor cantó las maravillas
De la Creación y fue capaz
De reconocer la divinidad
En todas sus manifestaciones.
Adentrándonos en tiempos más próximos,
Coincidimos con el hegelianismo en afirmar
Que es imposible acercarse a Dios,
Como ente abstracto,
Pues Él se manifiesta
En toda la Naturaleza y en el Cosmos,
En las Novas y en las doscientas mil constelaciones…
Como se manifestó
Como caída fulminante,
En otro tiempo a Pablo de Tarso,
Caí de la camilla hospitalaria-(caballo otro tiempo)-
De la clínica USP de Marbella
En aquella mañana-(28 de junio 2.008)
Recién nacido el sol, redondo y rubicundo,
De nuestra tierra marbellera.
Fue el gran golpe,
Se truncó la existencia,
Cuando abrí los ojos,
La luz se expandió con ellos
Y se me organizó de nuevo el cosmos:
Lo abstracto se hizo concreto.
Me salvó el presente
Y regresaron las sensaciones visuales,
Auditivas, táctiles, cinestésicas.
Estaba experimentando
Todo aquello explicado en clase
Por mi predilecto poeta castellano Jorge Guillén…
“(El alma vuelve al cuerpo,
Se dirige a los ojos
Y choca). ¡¡¡ Luz ¡!! Me invade
Todo mi ser. ¡¡¡ Asombro ¡!!”
Voy salvando el presente,
Eternidad en vilo.
A ciegas acumulo
Destino: quiero ser.
Ser, nada más. Y basta.
Es la absoluta dicha.
¡Con la dicha en silencio
Tanto se identifica ¡!
Soy, más, estoy en cuerpo. Respiro.
Lo profundo es mi aire…
Vi a Dios en resurrección
De mi soma-vegetativo-psiconeurológico.

Siempre hay alguien que presta
Los propios sentimientos y desgarros.
En un instante para ser o dejar de ser.
Camino de Tarso, por la caída,
De la camilla de quebranto.
¡Oh perfección; dependo
Del total más allá,
Dependo de las cosas ¡!
En una mañana de diáfana
Atmósfera de frágiles
Follajes de verano en ciernes,
Aire que vuelvo a respirar
Con colmada mis alvéolos bronquiales,
Dándome la rotundidad a mi persona,
Fuerza a mi cuerpo
Y viveza a mi alma.
“Y con empuje henchido
De afluencias amantes
Se ahínca en el sagrado
Presente perdurable
Toda la creación,
Que al despertarse un hombre,
Lanza la soledad
A un tumulto de acordes…,(…)”
        
Estamos acabando el día
Y somos capaces de mostrar
Gratitud hacia todo lo bueno
Que nos rodea
Y respirar la suerte
De encontrarse vivo
En un mundo pletórico de posibilidades.

Esta noche que marcea,
Que siento el efluvio de la cristalina  agua,
Me siento vivo y me voy haciendo
Día tras día a mí mismo.
¡Qué gran alegría ser yo cada momento!
¡Soy proyecto día  tras día! (realizada en abril de 2010)

Los sueños se avecinan y marcan
El destino del ser humano.
Si nos psicoanalizamos ese día a día,
Vemos que tenemos mucho de pasión,
Y de entrega y de ejecución;
Y toda nuestra felicidad la encontramos
En esta húmeda y fértil Tierra;
Donde se nos entrega en breves raciones
La felicidad que soñamos en el Reino de los Cielos;
Pues el cielo está aquí, a nuestro lado.
Allá volemos en busca de las satisfacciones
Que la vida nos ofrece infinidad
De metas, posibilidades, conquistas.
La vida, nuestra vida, está compuesta
De pequeñas arquitecturas,
De minúsculas iniciativas,
De espléndidas luminarias,
De manifestaciones epifánicas.

Cambiar en circunstancias
Se nos antoja sutil,
Nos da miedo o nos dicen:
Que merece la pena,
Pero vivir supone, sin sobresalto,
Saber fluir con el devenir
Hacia a aforos, conquistas
Que satisfagan nuestros egos.
Siempre anhelamos lo mejor;
Anhelamos evolucionar, renovar,
Ampliar, conseguir un giro
A nuestra vida, nuestra existencia.
Necesitamos estabilidad, sí,
Pero también, esa renovación con el cambio
Para que permanezca nuestra
Plenitud de forma física, mental, espiritual
Íntegramente y ecuánimemente.

La nutrición transforma
Y agiganta la capacidad
De evolución de mi persona.
La vida que vivo
Me está demandando
Que me adapte a mi situación
De infartado, dejando atrás esta etapa,
Esa situación determinada,
Y abrir mi corazón a la nueva epifanía,
A la nueva vida que se me ha dado.
Mis médicos así lo han entendido,
Yo me he adaptado a esa nueva vivencia
Que día a día estoy viviendo
Desde aquel del fatum.
Es cuestión de  querer el cambio
Y ponerse manos a la obra.
Un nuevo sendero, un nuevo destino
Se me presenta a mi vida.
Quiero, he querido, ponerme de nuevo en marcha.
La actividad me salva
Y me ayudan los consejos de mis galenos.
Ellos buscan el funcionamiento y las soluciones.
Pero me doy cuenta que he sido
Yo el que ha iniciado el camino
Nuevo y reconfortante,
No sin esfuerzo, capacidad,
Sacrificio y valiéndome de todos los recursos
Que se me han puesto a disposición.
Optimizo la vida y todo lo que me ofrece,
Todo lo que tengo ejecutar,
Todo lo que debo evitar
Todo lo que debo pensar
Todo lo que tengo que activar,
Todo lo que debo comunicar,
Dialogar, callar, respirar…
Mis creencias se han hecho
Más firmes y vivas;
Más sólidas y acrisoladas,
Más clarividentes y justas,
Más liberales y empáticas.

Todos somos capaces de crear
Nuevos caminos a nuestra presente existencia.
Todos somos capaces de generar
Las condiciones para que nuestra vida cambie
Y podamos resolver nuestros problemas.
Abramos  las ventanas de nuestra
Mente de par en par
Y reflexionemos, amémonos como nunca
Y sintamos la necesidad de sanar:
Abramos mente, expansionemos corazón.
Hagamos el suficiente ejercicio
Físico, respiratorio e intelectual.
Demos la cara con ojos
Avispados para reconocer
Nuestra realidad creada
Y pongamos manos a la obra.
Nuestra transformación he de echar raíces
Como roble verde de mi lejana
Tierra que es más mía
Porque está más lejana.

La visión y actitud está tomada.
Se ha visto esplendoroso el horizonte.
Se ha gozado de lo meliorizante,
Del trabajo hecho y conquistado.
Abramos los ventanales góticos de mi catedral:
Vayamos viendo, mirando, observando
Mis nuevos horizontes con polícromas luces.
Ha  venido un desgarro del cielo a mis ojos,
Un pálpito a mi corazón, a mis hijos,
A mis mujeres, a mis nietos,
A mis perritos, a mis jazmines,
A mis flores, a mis romeros, a mis tulipanes…
Gracia  a la vida que me conforta tanto:
Me sigue dando ojos para  ver,
Corazón para sentir y amar,
Todo mi soma para poder vivir
Y realizar la actividad total de persona.
Gracias a Dios que está en todas
Partes por pequeñas y majestuosas que sean.

Marbella, Primavera lluviosa del 2010
Evaristo B. Lozano