La voz de un hombre que ha nacido para hablar, no puede ser amordazada por una prohibición
La Sociedad Civil debe constituirse en tribunal y foro para que el clamor de la vida comience a latir bajo las palabras lanzadas desde Internet y los Internautas se transformen en ABANDERADOS TRANSFIGURADOS en la elocuencia de sus discursos y convertirse en ABOGADOS defensores de la auténtica DEMOCRACIA.
Hilar discursos llamados a convencer al indiferente, a mudar al tozudo con razones, a excitar al débil. No importa soledad, aburrimiento y desempleo. Necesitamos la palabra, nuestra palabra retenida como en una cárcel, y ya es hora de estallar desde lo más íntimo, buscando anhelantes el diálogo con los otros y buscando soluciones para nuestra SOCIEDAD.
Si hay que defender el orden, hagámoslo; no puede prevalecer la mediocridad, el abuso y el desastre.
Podemos trastocar los tiempos.
Podemos hacer hablar a todos por Internet.
Podemos albergar la generosidad para con nuestros amigos.
Podemos ensayar la proximidad entre la libertad que tenemos por medio de Internet y dialogar entre todos para mejorar.
Podemos instaurar de nuevo la justicia y el valor que se sostenían en la firmeza de nuestras costumbres y tradiciones que deben ser el ejemplo para un futuro inmediato y añoranza del presente.
Podemos hablar con los personajes de nuestros más castizos y españolísimos escritores, aprovechando las ideas, los conceptos, la fe, la confianza, el conocimiento y defensa de todo lo nuestro: la España eterna y gloriosa, obra de todos los que han poblado y trabajado, conquistado, forjado nuestra nación, única en el mundo por su cultura y sus conquistas en todo orden.
Podemos revivir a todos nuestros creadores en cualquier orden de perfeccionamiento.
Podemos dar vida a todas las obras de nuestros mayores en todo terreno: iluminando todos sus trabajos, y escritos o sus hallazgos, interpretándolos, comparándolos, buscándolos en espacio concreto, en corrientes, escuelas, saberes, encuentros, monumentos y esculturas…
Podemos debatir dialogando todas sus conquistas para hacerlas realidad en nuestros días.
Podemos buscar a ese interlocutor que está ausente, pero que lo necesitamos en todo nuestro trabajo; a ese receptor mudo y lejano, que lea nuestros clásicos y escritores y no se queje que no tiene tiempo.
Podemos estar retando a toda una cultura que se nos quiere arrebatar.
Podemos beber en unas fuentes prístinas y antiguas la clarividencia, la elevación y el orden en todo el quehacer de la vida.
Podemos embeber, empapar, impregnar de toda nuestra cultura grecolatina y hacer más asequible los lenguajes poéticos, filosóficos, científicos, históricos y geográficos de los cuales, como europeos, tenemos un acervo monumental de saberes y quereres.
Podemos ubicar todas la producciones literarias, ensayísticas, doctrinales, teológicas, filosóficas, científicas, médicas, farmacéuticas, homeopáticas, etc.
Podemos aceptar el todo, el bagaje auténtico que nos han transmitido y hacerlo vivo en el momento de la década primera del siglo XXI.
Podemos aprovecharnos de todo ese acervo de nuestros antepasados.
Podemos entender que el hombre es más libre, más rico y más capaz; y que podemos mudar con el correr de la vida, aletargando unas ideas, recogiendo otras, percibiendo cosas nuevas, rechazando con humildad aquellas en las que estaba dudoso o confundido.
Marbella, a 11 de julio del 2.010
Evaristo B. Lozano
me ha gustado el escrito y la cancion
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ResponderEliminarEstoy viviendo los últimos días de un breve periodo de descanso, siendo muy grato compartir contigo los sentimientos que afloran en el jardín del alma...
A mistad
S ueños
T ernura
U nión
R imas
I lusión
A legría
S onrisas
Para desearte un esplendido fin de semana con sincero aprecio.
María del Carmen
me gusta como escribes y envuelves las letras
ResponderEliminarme gusta como rimas sin rimas de letras
Mediante la voz de los hombres "que saben" recorres las infinitas posibilidades de lo que el ser humano debe hacer para reivindicar la libertad de unas voces que no debieran acallarse jamás y sin embargo mientras leía, he esperado (y no sé por que) un pero...
ResponderEliminarPero, que me pregunto si existe.
Me ha encantado la intensidad de tu sueño y de tu creencia... eres un tremendo romántico esperanzado.
Sólo queda prohibido dejar que nos prohíban.
ResponderEliminarEnrique Rojas